viernes, 1 de febrero de 2019

Las 38 Estratagemas de Arthur Schopenhauer.


                         Arthur Schopenhauer.


ESTRATAGEMA 1 – AMPLIFICACIÓN.

La afirmación del adversario se lleva más allá de sus límites naturales, se la interpreta de la manera más general posible tomándola en su sentido más amplio y exagerándola. La propia afirmación, en cambio, se especifica cuanto se puede reduciéndola a su sentido más nimio, a sus límites más estrechos


ESTRATAGEMA 2 – HOMONIMIA
Extender la afirmación enunciada a lo que puede comprenderse igualmente bajo el mismo nombre, pero que poco o nada tiene que ver con el asunto del que se está tratando; después, a continuación, se refuta triunfalmente la afirmación tomada en este sentido haciendo que parezca que se ha refutado la primera.

ESTRATAGEMA 3 – RELATIVO por ABSOLUTO
Tomar la afirmación que ha sido formulada en modo relativo como si lo hubiera sido en general, o por lo menos, entenderla bajo otro aspecto muy distinto al de su verdadera intención para seguidamente refutarla según este último.

ESTRATAGEMA 4 – DISIMULA la INTENCIÓN
Cuando se quiere llegar a una conclusión, no hay que dejar que ésta se prevea, sino procurar que el adversario admita las premisas una a una y dispersas sin que se dé cuenta durante el transcurso del diálogo; de lo contrario, lo impedirá con todos los medios a su alcance.
Estratagema 5 – AD HOMINEM EX CONCESSIS (lo siento, traducido sería larguísimo)
Pueden usarse premisas falsas para demostrar la propia tesis cuando el adversario no admita las verdaderas, es decir, o porque no reconozca su verdad, o porque ve que de ellas se seguiría como conclusión inmediata nuestra tesis. Se toman entonces proposiciones que de suyo son falsas, pero verdaderas ad hominen, y se argumenta ex concessis, según la manera de pensar del adversario.

ESTRATAGEMA 6 – PETICIÓN de PRINCIPIO
Se encubre una petición de principio postulando aquello que se debe demostrar, 1) usando otro nombre; 2) dando por supuesto en general aquello que es muy discutible en un caso particular 3) o viceversa, dos cosas consecuentes la una de la otra, si hay que demostrar la primera, se postula la segunda; 4) si para demostrar el universal, se hace que se admitan todos los casos singulares

ESTRATAGEMA 7 – PREGUNTA MUCHO a la VEZ
Cuando la discusión se dirige de manera algo formal y rigurosa y deseamos que se nos comprenda muy claramente, si hemos enunciado una afirmación y debemos probarla, procederemos preguntando al adversario para poder deducir de sus respuestas la verdad de nuestra afirmación. Se trata de preguntar mucho de una vez y sobre muchas cosas para ocultar lo que en realidad queremos que admita el adversario y, además, extraer rápidamente de lo admitido la propia argumentación.

ESTRATAGEMA 8 – IRRITA
Provocar la irritación del adversario y hacerle montar en cólera, pues obcecado por ella, no estará en condiciones apropiadas de juzgar rectamente ni de aprovechar las propias ventajas. Se le encoleriza tratándole injustamente sin miramiento alguno, incomodándole y, en general, comportándose con insolencia.

ESTRATAGEMA 9 – PREGUNTA DESORDENADAMENTE
No establecer las preguntas en el orden requerido por la conclusión a la que se desea llegar con ellas, sino desordenadamente; el adversario no sabrá a dónde queremos ir a parar y no estará preparado para prevenir la conclusión; además, dependiendo de cómo vayan resultando sus respuestas, éstas podrán utilizarse para extraer conclusiones diversas, incluso contradictorias.

ESTRATAGEMA 10 – Si NO RECONOCE ALGO, PREGUNTA lo CONTRARIO
Si se advierte que el adversario niega intencionadamente aquellas preguntas cuya; respuestas afirmativas podrían ser utilizadas en beneficio de nuestra tesis, hay que preguntarle lo contrario de lo que debemos haciendo como si esto fuese lo requerido para defenderla.

ESTRATAGEMA 11 – SI DICE a VARIAS COSAS que SÍ, ¡ES QUE SÍ!
Si hacemos una inducción y el adversario admite como válidos los casos particulares mediante los que se prueba, no debemos preguntarle si también admitirá la verdad general que puede concluirse de aquellos, sino que debemos introducirla a continuación como si se tratase de algo ya establecido y admitido anteriormente; porque puede ser que así lo crea, y también los presentes tendrán la misma impresión.

ESTRATAGEMA 12 – VIGILA que NOMBRE SE DA a las COSAS
Si la conversación versa sobre un concepto general que carece de nombre propio y tiene que designarse trópicamente mediante una similitud, enseguida hemos de elegir nosotros el símil. Un orador traiciona previamente su intención por medio del nombre que da a las cosas. – Uno dice “la espiritualidad”; otro, “los curas”.

ESTRATAGEMA 13 – ELIJE: ‘O LO MÍO O EL CAOS’
Para lograr que el adversario admita una tesis debemos presentarle su opuesta y darle al elegir una de las dos, pero teniendo la desfachatez de proclamar el contraste de forma estridente.

ESTRATAGEMA 14 – ‘DI LO QUE QUIERAS QUE DIRÉ QUE TENGO RAZÓN’
Una jugada descarada es la siguiente: cuando el adversario ha respondido a varias preguntas sin favorecer la conclusión que teníamos pensada, se enuncia y se exclama ésta triunfalmente como si ya estuviera demostrada.

ESTRATAGEMA 15 – SI ME HE LIADO, DIGO UNA VERDAD para TENER RAZÓN
Si hemos expuesto una tesis paradójica, pero nos encontramos en dificultades para demostrarla, presentamos al adversario otra tesis correcta, aunque no del todo evidente, para que la acepte o la refute como si de ello quisiéramos obtener la prueba; si  sospechando alguna treta la rechaza, entonces lo reducimos al absurdo y triunfamos; pero si la acepta, habremos dicho entretanto algo razonable, y ya veremos cómo sigue adelante el asunto.

ESTRATAGEMA 16 – ‘LO QUE DICES VA CONTRA TUS IDEAS’
Argumenta ad hominemex concessis. Con respecto a una afirmación del adversario, tenemos que buscar si de alguna manera no estará en contradicción – en caso necesario, por lo menos en apariencia – con alguna otra cosa que él haya dicho o admitido previamente, o con los principios de una escuela o secta que él haya alabado o aprobado; también con hechos de quienes pertenecen a tal secta, o con los de miembros falsos o supuestos, o con su propia conducta.

ESTRATAGEMA 17 – SI CORRES PELIGRO, VE a la AMBIGÜEDAD
Si el adversario nos amenaza con una refutación, a menudo podremos salvarnos mediante una sutil diferencia en la que antes no habíamos reparado, si es que el asunto se presta a alguna que otra ambigüedad.

ESTRATAGEMA 18 – SI CORRES PELIGRO, CAMBIA de TEMA
Si notamos que el adversario comienza una argumentación con la que va a derrotarnos, no tenemos que consentirle que siga adelante con ella; hay que impedirle a toda costa que la concluya, interrumpiendo o desviando a tiempo la trayectoria de la discusión al encaminarla hacia otras cuestiones.

ESTRATAGEMA 19 – SI TE PIDEN ALGO CONCRETO, GENERALIZA
Si el adversario nos solicita explícitamente alegar algo en contra de algún punto concreto de su afirmación pero no tenemos nada adecuado, tomamos el asunto de manera general y argumentamos así en su contra.


ESTRATAGEMA 20 – A la PRIMERA CONCESIÓN, CONCLUYE que HAS GANADO
Cuando hayamos obtenido del adversario la concesión de una premisa que requeríamos, tenemos que deducir la conclusión deseada no con más preguntas, sino concluyéndola inmediatamente nosotros mismos.

ESTRATAGEMA 21 – SI VALE UN SOFISMA, EL MÍO SERÁ MÁS CONTUNDENTE
Si observamos que el adversario utiliza un argumento meramente aparente o sofístico podemos anularlo sencillamente atacando su capciosidad y apariencia, pero es mucho mejor presentarle otro argumento si cabe, de análoga apariencia y sofistería para liquidarlo, pues lo que importa no es la verdad, sino la victoria.

ESTRATAGEMA 22 – Si te PIDEN que ADMITAS algo ALEGA PETICIÓN de PRINCIPIO
Si el adversario nos conmina a que admitamos algo de lo que inmediatamente se seguirá el problema que se debate en la discusión, nos negamos aduciendo que se trata de una petición e principio, pues tanto él como el auditorio confundirán con facilidad una tesis, que en apariencia se parece al problema, con el problema mismo.

ESTRATAGEMA 23 – LLÉVALE la CONTRARIA, HASTA que EXAGERE
La contradicción y la discordia motivan la exageración de la tesis. Contradiciendo al adversario podemos inducirlo a que lleve fuera de sus límites una afirmación que dentro de ellos hubiera podido ser verdadera. En cuanto hayamos refutado la exageración parecerá que refutamos también su primera tesis.

ESTRATAGEMA 24 – SIGUE lo que DICE hasta DEDUCIR BARBARIDADES
Uso abusivo de la deducción. De las tesis del adversario se infieren a la fuerza, mediante deducciones falsas y deformando los conceptos, tesis que no están allí contenidas y que de ningún modo corresponden a la opinión manifestada por él, sino que, en cambio, son absurdas o peligrosas.

ESTRATAGEMA 25 – CONTRAEJEMPLO
Cuando se razona por inducción, aportando muchos casos para poder hacer valer un  principio universal, bastará con presentar un único caso en el que el principio no es válida para refutarlo; se llama contraejemplo.
Sin embargo, no es raro que aquí se den engaños; por eso será conveniente tener en cuenta lo siguiente cuando el adversario haga contraejemplos: 1) Si el ejemplo es efectivamente verdadero. Hay problemas cuya única solución es la de que son falsos. 2) Si está realmente bajo el concepto de la verdad propuesta. Muchas veces esto es sólo aparente y puede solucionarse mediante una sutil distinción. 3) Si verdaderamente se contradice con la verdad expresada, pues a menudo es esto también

ESTRATAGEMA 26 – RETUERCE: De lo que DIJO, DEDUCE lo CONTRARIO
Un golpe brillante es lo que se conoce como dar la vuelta al argumento: es decir, cuando el argumento que el adversario quiere utilizar para su defensa puede ser utilizado mejor en su contra.

ESTRATAGEMA 27 – SI SE IRRITA, GOLPEA AHÍ
Si inesperadamente el adversario se muestra irritado ante un argumento, debe utilizarse tal argumento con insistencia; no sólo porque sea el más indicado para irritarle, sino porque es de suponer que se ha tocado la parte más débil de su razonamiento y porque si se sigue por ahí, habrá de obtenerse mucho más de lo que se muestra a simple vista.

ESTRATAGEMA 28 – ENREDA Y RIDICULIZA
Se arguye una observación inválida, cuya invalidez sólo reconoce el experto, si bien el adversario lo es, no así el auditorio: a sus ojos, nuestro adversario pasará por ser el derrotado, y aún más rotundamente, si la observación que se hizo pone en ridículo de algún modo su afirmación.

ESTRATAGEMA 29 – DIVERSIÓN
Si se advierte que vamos a ser vencidos, hacemos una diversión; es decir, comenzamos repentinamente a hablar de otra cosa totalmente distinta como si tuviese que ver con el asunto en cuestión y constituyese un nuevo argumento en contra del adversario. Esto ocurre con cierto disimulo si, a pesar de todo la diversión está relacionada, aunque sólo sea de forma general, con el tema en cuestión; o descaradamente, cuando sólo se usa para huir del adversario y no tiene en absoluto nada que ver con el tema.

ESTRATAGEMA 30 – CITA, CON o SIN RAZÓN
El argumento al respeto. En vez de razones se usan autoridades elegidas a la medida de los conocimientos del adversario. Unusquisque rnavult credere quam judicare (cualquiera prefiere creer a discurrir), dice Séneca.

ESTRATAGEMA 31 – SARCASMO con FALSA HUMILDAD
Cuando no se tiene nada que oponer a las razones expuestas por el adversario, uno se declara fina e irónicamente incompetente: “Lo que usted dice supera mi pobre capacidad de comprensión; probablemente será muy justo, más yo no acierto a comprenderlo, por lo tanto renuncio a cualquier juicio”.
Con esto se insinúa al auditorio, al que se ha tenido en cuenta en todo momento, que lo que se ha dicho es absurdo.
Con esto se insinúa al auditorio, al que se ha tenido en cuenta en todo momento, que lo que se ha dicho es absurdo.
Esta estratagema debe utilizarse únicamente allí en donde se está seguro de ser más estimado por el auditorio que el adversario.

ESTRATAGEMA 32 – APLICALE una ETIQUETA ODIOSA
Una forma rápida de invalidar o, al menos, hacer sospechosa una afirmación del adversario que no nos conviene es subsumirla bajo una categoría aborrecible con la que pueda tener alguna semejanza, con la que se la relaciona sin más: por ejemplo “esto es maniqueísmo, esto es misticismo; etc.” – Con lo que suponemos dos cosas: 1) que la afirmación es idéntica o, al menos, está contenida en tal categoría y podemos exclamar: “¡Oh, esto no es nuevo para nosotros!” y 2) que tal categoría ya está refutada del todo y no puede contener ni una sola palabra de verdad.

ESTRATAGEMA 33 – ‘SOBRE EL PAPEL…’
“Esto será verdad en la teoría, pero en la práctica es falso”. Mediante este sofisma se conceden las razones, pero se niegan las consecuencias; Tal afirmación supone una imposibilidad: lo que en la teoría es verdadero debe serlo también en la práctica; si esto no se verifica, habrá un fallo en la teoría; algo se omitió y no salió bien la cuenta; consecuentemente, también la teoría es falsa.

ESTRATAGEMA 34 – SI el MORDISCO LE DUELE, NO LE SUELTES
Si el adversario no da una respuesta precisa a una pregunta o a un argumento, es signo evidente de que hemos tocado (a veces sin saberlo) uno de sus puntos débiles; Urge, pues, mantenernos en el punto que hemos tocado sin soltarlo y más aún cuando no veamos en qué consiste la flaqueza con la que dimos.

ESTRATAGEMA 35 – NO ACUDAS a RAZONES, SINO a OTROS INTERESES

Que si es practicable hace innecesarias rodas las demás. En vez de influir en el intelecto con razones, se influye en la voluntad por medio de motivos; de este modo, tanto el adversario como el auditorio, si es que posee los mismos intereses que aquél, se ganan al instante para nuestra opinión, aunque ésta provenga del manicomio. Y es que casi siempre tiene más peso una pizca de voluntad que un quintal de juicio y de persuasión. Por ejemplo: si un clérigo defiende un dogma filosófico y se le hace notar que está en contradicción con un dogma fundamental de su iglesia, enseguida renunciará a mantenerlo.

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