jueves, 31 de enero de 2019

Biografia de Paracelso.



La Historia De Paracelso.
(Theophrast Bombast von Hohenheim; en latín, Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus Paracelsus; Einsiedeln, Suiza, 1493 - Salzburgo, actual Austria, 1541) Médico y alquimista suizo. Hijo de un doctor, durante su adolescencia viajó por Europa y atendió a las universidades de Basilea, Tubinga y Heidelberg, entre otras; sin embargo, siempre mantuvo grandes distancias con la enseñanza reglada de la época y cuestionó la autoridad de los textos clásicos a favor de una aproximación más «experimental» que atendiera el saber popular.
Famoso por sus supuestas curas milagrosas, en 1526 se estableció en Basilea, donde su prestigio atrajo innumerables estudiantes de todo el continente. En sus clases, Paracelso exhortó a su audiencia a ignorar la herencia de Galeno y Avicena y a centrar los tratamientos médicos en la acción libre de los procesos naturales. En 1536 publicó su Gran libro de cirugía, que le procuró una todavía mayor notoriedad. Entre sus notables aportaciones a la medicina de la época cabe citar la primera descripción clínica de la sífilis, y, gracias a sus extensos conocimientos de química empírica, la introducción de nuevos tratamientos basados en sustancias minerales como el plomo o el mercurio.
Biografia
Su padre, también médico, ejerció en la abadía de Einsiedeln y en varias regiones mineras, como la de Villach (Carintia, Austria), que sirvieron a Paracelso como escuela de iniciación en el conocimiento de la química de los metales y del arte de trabajarlos. Después de ser enviado por su familia a la Universidad de Basilea (Suiza) en 1506, prosiguió sus estudios químicos y médicos en varias universidades de Alemania, Francia e Italia, entre ellas, Viena y Ferrara. Seguidamente, decidió conocer nuevos países y viajó por España, Inglaterra, Egipto y Turquía.
Tras una ausencia de diez años de tierras de lengua alemana, y protegido por su compatriota Juan Ecolampadio, Paracelso ganó una cátedra en la Facultad de Medicina de Basilea en 1526, y se estableció en esta ciudad. Inició sus cursos combatiendo la medicina clásica representada por los venerados GalenoAvicenaAverroes o Al-Razi, como símbolo de lo cual, y de que su enseñanza iba a diferenciarse de la hasta entonces reconocida, quemó públicamente libros de todos ellos. En cambio, no se sabe si salvó o no de la quema a Hipócrates, pues poco tiempo después publicó unos comentarios a los Aforismos del tenido por padre de la medicina en los que, no obstante, se ponen de manifiesto las discrepancias entre la forma de entender la medicina de Paracelso y la medicina hipocrática.
Paracelso decidió además dar sus clases en lengua vulgar, en este caso, en alemán, con el fin de que sus lecciones fueran comprendidas por el mayor número posible de oyentes. En 1528, en vista de los frecuentes enfrentamientos que tenía con sus colegas médicos y con farmacéuticos, y de una atmósfera crecientemente adversa, Paracelso decidió abandonar Basilea y se retiró a Esslingen, en las cercanías de Stuttgart (Alemania). Inmerso de nuevo en una vida de médico nómada, ejerció en Alsacia, Baviera, Suiza, Moravia, el Tirol, Carintia y otros puntos de Austria. Se tiene constancia de que residió y trabajó de forma estable en San Gall (Suiza) entre 1531 y 1533, en Villach entre 1538 y 1539, y en Salzburgo entre 1540 y 1541.
Durante toda esta época la labor de Paracelso estuvo rodeada, por un lado, del prestigio que sus éxitos en la práctica médica y su elocuencia le proporcionaron, y por otro, de la mala fama a la que daban alas tanto sus enemigos médicos y farmacéuticos como su defensa de las teorías mágicas, astronómicas y de alquimia. Aparte del oscurantismo de uno u otro signo, las doctrinas médicas de Paracelso, concretamente en el campo de la terapéutica, son especialmente importantes en dos aspectos: inició el camino del moderno uso de los específicos, pues, defensor de la teoría de que cada enfermedad debía tener su remedio, luchó contra la idea de que existiera un remedio para curar todas las enfermedades, esto es, la panacea universal buscada por los alquimistas; por otra parte, fue el primero en considerar y defender que ciertos venenos, administrados en pequeñas dosis, podían funcionar óptimamente como medicamentos.
A ello se debe sumar, también en terapéutica, su afán por desterrar del uso médico los poli fármacos y por simplificar las elaboraciones más complicadas de otros medicamentos, así como su esfuerzo por divulgar preparados nuevos (descubiertos por él mismo gracias a sus experimentos) a base de antimonio, hierro, azufre, mercurio o sales, o a base de vegetales. Hay que contar en cambio entre sus faltas la poca importancia que concedía a la cirugía y su desprecio por el conocimiento de la anatomía humana, a su modo de ver innecesaria para la práctica de la medicina.
Paracelso consideraba que existían cinco posibles causas de enfermedad: la acción de los astros, la acción tóxica de los alimentos, la herencia y la constitución, ciertos factores anímicos y la voluntad divina. Así mismo, sostenía que el hombre (”microcosmo”) se inscribía en una entidad mayor (el universo o “macrocosmo”), cuyos elementos constitutivos (azufre, mercurio y sal) estaban ordenados dinámicamente por un principio vital denominado arqueus.
Juzgaba Paracelso que la medicina era la ciencia fundamental, por la completa unión que se da en ella del conocimiento de la Naturaleza y del arte de manipularla, y porque su estudio podía alumbrar la correspondencia entre el mundo exterior (”macrocosmo”) y el mundo interior (”microcosmo”). Creía, por otra parte, en relación con el progreso en tal disciplina, que el único modo de avanzar era la experimentación, siempre apoyada en una teoría, pues sin el experimento y la práctica no se conoce la realidad, pero sin la especulación y la teoría el conocimiento no es sino un conjunto de reglas estériles. Para Paracelso, sin embargo, la práctica de la especulación no era contraria a la revelación, pues las consideraba dos modos de conocimiento coincidentes.
Representante característico del Renacimiento en su mezcla de un naturalismo panteísta y de la mística especulativa, Teofrasto Paracelso entendía que el verdadero médico es también el verdadero filósofo, el verdadero astrónomo y el verdadero teólogo. Hay que ligar al concepto paracelsiano de la medicina y a su concepción del hombre (entendido como resultado de la coincidencia de una realidad terrestre, una astral y una divina) su visión de la finalidad de la ciencia fundamental: la de conocer el funcionamiento del alma para dominarla y ampararla de elementos extraños que puedan causarle algún daño.
Entre sus numerosas obras, algunas de ellas sobre enfermedades concretas (la sífilis) o profesionales (de los mineros), destacan las que describen su sistema humano y cosmológico: el Liber Paragranum (1530, impreso en 1565) y la Opus Paramirum (1532, impresa en 1591). Fueron, sobre todo, las teorías biológicas y alquímicas de Paracelso las que contaron con mayor número de seguidores inmediatos. Tras la muerte del médico, sus partidarios fueron aumentando esencialmente en Alemania y Francia, pero también en la España de los siglos XVI y XVII, e incluso XVIII, a pesar de la fuerza de sus detractores.


Biografia de Confusio.

La  Historia De Confusio.



Kung Fu-Tse; Lu, actual Shantung, China, h. 551 - 479 a. C.) Pensador chino. Procedente de una familia noble arruinada, a lo largo de su vida alternó periodos en los que ejerció como maestro con otros en los que sirvió como funcionario del pequeño estado de Lu, en el nordeste de China, durante la é Confucio fracasó en sus intentos por atraerse a los príncipes, limitándose su influjo en vida al que consiguió ejercer directamente sobre algunos discípulos; la importancia del personaje procede de la difusión posterior de su pensamiento, conocido como confucianismo confucionismo, contenido fundamentalmente en sus Entrevistas. Dicho pensamiento puede interpretarse como una respuesta al clima de desorden y de continuas luchas entre señores feudales que imperaba en la época histórica que le tocó vivir.
El confucianismo es fundamentalmente una ética y no una religión, pues apenas hay en él mención a la divinidad, ya que Confucio rehusó especular sobre el más allá. En este sentido, es un craso error relacionar su figura con los fundadores de las grandes religiones (BudaJesucristo o Mahoma). El centro de las preocupaciones de Confucio fue la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno.
Dicha moral, basada en el altruismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la armonía social y el cumplimiento del deber, constituía en realidad una sistematización de ideas presentes en la cultura china, razón por la que se difundió con facilidad y contribuyó a modelar la sociedad y la política chinas sobre una base común. Se trata, en consecuencia, de un pensamiento conservador, y de hecho así lo presentó Confucio, situando en el pasado la «edad de oro» en la que habían imperado los buenos principios a los que los chinos debían regresar.
Confucio reforzó la importancia de la familia tradicional en la sociedad china, al insistir en el respeto de los hijos a los padres y en la obediencia de las mujeres a sus maridos. También reforzó la sumisión del pueblo a las autoridades, aunque rechazando la tiranía: los súbditos debían obediencia al soberano, ya que el Estado existía para buscar el bien de los gobernados; pero, por la misma razón, los gobernantes debían gobernar según rectos principios éticos, aplicando el ejemplo moral y no la fuerza. Soñaba con el regreso a un pasado idealizado en el que un emperador sabio y bondadoso (el «hijo del Cielo») gobernara y fuera obedecido como un padre por sus hijos, en un clima general de paz y de orden.
Poca de fragmentación del poder bajo la dinastía Chu.

Confucio creía en la existencia de un orden cósmico perfecto, que debía ser imitado en los asuntos humanos, logrando la armonía de la tierra con el Cielo, fuerza inteligente que gobierna el mundo. A pesar de su talante netamente conservador, el pensamiento de Confucio tenía un potencial innovador en la medida en que exigía un gobierno moral y bienhechor: proclamaba que la nobleza no procedía del nacimiento sino de la superioridad moral; y dejaba abierta la puerta a la rebeldía contra los gobernantes inmorales.
Quizá por ello sus ideas no fueron aceptadas por los dirigentes de la época, mientras se iban extendiendo entre el pueblo llano; perseguido infructuosamente durante la época de la dinastía Ts'in (221-206 a. C.), el confucianismo se convirtió en la filosofía oficial del Estado bajo la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.). Desde entonces, el sistema de selección del personal al servicio del Estado mediante oposiciones convirtió el estudio del pensamiento de Confucio y de sus seguidores en uno de los pilares de la formación de un hombre culto, que abría las puertas de la burocracia y de la promoción social.
Esta doctrina moderada y fuertemente anclada en la mentalidad tradicional ha marcado la ética dominante en China al menos hasta comienzos del siglo XX y su influencia sigue siendo perceptible hasta nuestros días, a pesar del esfuerzo de las autoridades comunistas por erradicarla; su influencia se propagó también a Japón, Corea y Vietnam como parte del influjo cultural que en términos generales han recibido esos países de la vecina China.
Kung Fu-Tse; Lu, actual Shantung, China, h. 551 - 479 a. C.) Pensador chino. Procedente de una familia noble arruinada, a lo largo de su vida alternó periodos en los que ejerció como maestro con otros en los que sirvió como funcionario del pequeño estado de Lu, en el nordeste de China, durante la é Confucio fracasó en sus intentos por atraerse a los príncipes, limitándose su influjo en vida al que consiguió ejercer directamente sobre algunos discípulos; la importancia del personaje procede de la difusión posterior de su pensamiento, conocido como confucianismo confucionismo, contenido fundamentalmente en sus Entrevistas. Dicho pensamiento puede interpretarse como una respuesta al clima de desorden y de continuas luchas entre señores feudales que imperaba en la época histórica que le tocó vivir.
El confucianismo es fundamentalmente una ética y no una religión, pues apenas hay en él mención a la divinidad, ya que Confucio rehusó especular sobre el más allá. En este sentido, es un craso error relacionar su figura con los fundadores de las grandes religiones (BudaJesucristo o Mahoma). El centro de las preocupaciones de Confucio fue la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno.
Dicha moral, basada en el altruismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la armonía social y el cumplimiento del deber, constituía en realidad una sistematización de ideas presentes en la cultura china, razón por la que se difundió con facilidad y contribuyó a modelar la sociedad y la política chinas sobre una base común. Se trata, en consecuencia, de un pensamiento conservador, y de hecho así lo presentó Confucio, situando en el pasado la «edad de oro» en la que habían imperado los buenos principios a los que los chinos debían regresar.
Confucio reforzó la importancia de la familia tradicional en la sociedad china, al insistir en el respeto de los hijos a los padres y en la obediencia de las mujeres a sus maridos. También reforzó la sumisión del pueblo a las autoridades, aunque rechazando la tiranía: los súbditos debían obediencia al soberano, ya que el Estado existía para buscar el bien de los gobernados; pero, por la misma razón, los gobernantes debían gobernar según rectos principios éticos, aplicando el ejemplo moral y no la fuerza. Soñaba con el regreso a un pasado idealizado en el que un emperador sabio y bondadoso (el «hijo del Cielo») gobernara y fuera obedecido como un padre por sus hijos, en un clima general de paz y de orden.
Poca de fragmentación del poder bajo la dinastía Chu.

Confucio creía en la existencia de un orden cósmico perfecto, que debía ser imitado en los asuntos humanos, logrando la armonía de la tierra con el Cielo, fuerza inteligente que gobierna el mundo. A pesar de su talante netamente conservador, el pensamiento de Confucio tenía un potencial innovador en la medida en que exigía un gobierno moral y bienhechor: proclamaba que la nobleza no procedía del nacimiento sino de la superioridad moral; y dejaba abierta la puerta a la rebeldía contra los gobernantes inmorales.
Quizá por ello sus ideas no fueron aceptadas por los dirigentes de la época, mientras se iban extendiendo entre el pueblo llano; perseguido infructuosamente durante la época de la dinastía Ts'in (221-206 a. C.), el confucianismo se convirtió en la filosofía oficial del Estado bajo la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.). Desde entonces, el sistema de selección del personal al servicio del Estado mediante oposiciones convirtió el estudio del pensamiento de Confucio y de sus seguidores en uno de los pilares de la formación de un hombre culto, que abría las puertas de la burocracia y de la promoción social.
Esta doctrina moderada y fuertemente anclada en la mentalidad tradicional ha marcado la ética dominante en China al menos hasta comienzos del siglo XX y su influencia sigue siendo perceptible hasta nuestros días, a pesar del esfuerzo de las autoridades comunistas por erradicarla; su influencia se propagó también a Japón, Corea y Vietnam como parte del influjo cultural que en términos generales han recibido esos países de la vecina China.



Los Manipuladores.

 La Manipulación.


Los manipuladores emocionales suelen ser como lobos con piel de cordero. Utilizan estrategias de chantaje emocional con las que consiguen poner a los demás a su disposición.
 Suelen ser grandes oradores, le dan la vuelta a las cosas a su conveniencia y embaucan a través de la distorsión cognitiva y la explotación emocional, con la intención de tomar el control siempre y obtener algunos beneficios o privilegios a expensas de su víctima. El manipulador crea a propósito un desequilibrio de poder que le permite inclinar la balanza a su favor y explotar a la otra persona, pero lo hace sin que sea evidente para su víctima. Utiliza la mentira de forma inteligente e incluso pueda a veces negar cosas que ha dicho, confundiéndonos.
                  Características del manipulador emocional:
Las personas manipuladoras no suelen tener muchos escrúpulos, una vez que detectan tu punto débil, lo usarán para manipularte. Si consiguen su fin te harán renunciar a tus necesidades y valores, para poner los suyos propios por delante. Normalmente envuelven poco a poco a las personas en su red.
La inseguridad del manipulador hace que emplee técnicas para resolver sus problemas basadas en la agresividad activa o pasiva. Suelen ser egoístas y tener un evidente déficit de habilidades sociales, sobre todo un déficit de asertividad, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos pudiendo llegar hasta la violencia.
Les caracteriza una baja tolerancia a  la frustración. Cada vez que  experimentan situaciones que consideran que les frustran o ponen en entredicho su posición o poder reaccionan con rabia, se ponen alerta y atacan desde la intolerancia, la crítica destructiva o incluso la agresividad física y verbal si se sienten amenazados.
Nunca tendrá suficiente: El manipulador siempre pide, y exprime sin límite.  El manipulador satisface su propio ego a través de la manipulación de su víctima, sentir que tiene al otro a su disposición o doblegarlo  le hace sentir poderoso. Utiliza a los demás para lograr sus fines cada vez que puede, a menos que la persona ponga fin a esa explotación. Un manipulador no suele dejar libre a sus presas, sino que intenta exprimirlas al máximo pidiendo sacrificios cada vez mayores.
Estrategias del Manipulador:
Hay muchas formas de manipular a los demás, puede ser mediante una estrategia agresiva, bien sea activa o pasiva, o también de una forma más sutil. La manipulación más auténtica es aquella que se hace sin que se note, cuando se consigue motivar a la otra persona para que se comporte de la forma que al manipulador interesa, saliendo de ella misma. La agresividad entra más dentro del terreno del chantaje emocional.
Agresión pasiva: chantaje emocional, victimismoSuelen asumir un papel de víctima, y sus comportamientos van encaminados a generar culpa en la otra parte. Algunas de las formas más usuales de culpabilizarían son las
siguientes:
Culpar de forma directa: “Por tu culpa me siento así”.
Culpar a terceras personas. Pero utilizan un mecanismo por el cual el receptor del mensaje 
Culpar de forma directa: “Por tu culpa me siento así”.
Culpar a terceras personas. Pero utilizan un mecanismo por el cual el receptor del mensaje analiza su comportamiento y “descubre” que en algún momento él también hizo algo parecido, así que acaba sintiéndose mal.
Señalan a los demás como responsables de su infelicidad futura. Si no haces algo (que normalmente suele ir en contra de los propios deseos, principios, obligaciones o valores) se va a incrementar el grado de sufrimiento en la vida del manipulador, y tú serás el único culpable. "Si no me ayudas con esto no conseguiré entregarlo a tiempo y me despedirán...”, "Si me quisieras harías tal o cual cosa".

Resaltan lo mucho que se sacrifican por el otro. Suelen tener una agenda escondida donde anotan todo lo que han hecho por ti y por los demás y en cuanto se plantea la ocasión te lo recuerdan. “Parece mentira que te quejes de que no te llamé por tu cumpleaños  cuando llevo toda la semana sacrificándome por ti ".
Victimismo: Para estas personas, los demás siempre tienen la culpa, a ellos siempre les pasa lo peor y se aprovechan de ellos, se describen como pobres víctimas humilladas y maltratadas.
Agresión activa: maltrato, acoso moral. El arma fundamental de los agresores activos es la violencia física o verbal.
La Crítica destructiva: Cuando alguien que nos importa realiza una crítica negativa, podemos tender a pensar que puede ser cierto, y que somos unos miserables, unos aprovechados, o unos incompetentes.
Atribuir una etiqueta negativa. Algunos ejemplos típicos son "estás loca y no hay quien te entienda",  "eres un machista", "Eres un egoísta."

                           Tipos de Manipuladores:
 A veces un manipulador puede utilizar varios de estos estilos en diferentes momentos:

- La víctima. Se trata de un tipo de chantaje emocional bastante común en el que el manipulador asume el papel de víctima y te adjudica el rol del verdugo. Para estas personas los demás siempre tienen la culpa, ellos son pobres víctimas por ser demasiado buenos. Con este discurso despiertan la culpa en el otro.

- El dependiente. Este manipulador se coloca una máscara de persona débil que necesita ayuda y depende de los demás. Sin embargo, detrás de esa apariencia de cordero realmente se esconde un lobo que manipula  los sentimientos haciéndote sentir responsable. Como si su felicidad dependiese completamente de ti y de cómo te comportes con él.

- El agresivo.  En este caso la estrategia de manipulación es  la agresión activa: se encargan de demostrarte que son los más fuertes, de tal forma que tu personalidad se diluye pues consiguen que acabes cediendo para evitar las peleas.

- El interpretador. Son maquiavélicos y pasivo-agresivos. Al principio parece estar de tu parte, pero utilizará continuamente tus palabras contra ti. Son expertos en manipular la información y ponerla a su favor, suelen encontrar y atribuir intenciones ocultas en los mensajes y actos, así generan un sentimiento de culpa por algo que nunca has dicho o hecho.

- El sarcásticoSon agresivos pero de forma indirecta, con comentarios sarcásticos, las críticas veladas y las humillaciones. De esta forma demuestran su superioridad, te denigran y logran manipularte a su antojo.

- El proyector. Son orgullosos, sólo ellos son perfectos y los demás son ignorantes o llenos de defectos. Cada vez que tienen oportunidad te hacen notar que te has equivocado o que no has cumplido con sus "parámetros de calidad", generando así una gran inseguridad y falta de confianza. (mientras ellos alimentan su ego.)