martes, 12 de febrero de 2019

Reglas de Urbanidad.


Las Reglas de Urbanidad.

 

1. No tirar basura en el espacio público.
2. Cuidar el agua.
3. Usar el cinturón de seguridad,
4. Respetar al peatón y los señalamientos viales.
5. No conducir en estado de ebriedad.
6. Cuidar el mobiliario urbano.
7. No pintar ni grafitear lugares públicos y privados.
8. Respetar espacios reservados para personas con discapacidad. No ejercer contra mujeres violencia sexual en el transporte y vía pública.
9. No tirar chicle en el pavimento ni las calles, y
10. Recoger las heces de las mascotas.
Saluda y despídete al entrar y salir de un lugar, especialmente, si se trata de tu oficina o de un sitio en el que conozcas a varias personas.

Evita gritar o hablar demasiado alto en lugares públicos como bibliotecas, restaurantes o iglesias.

No estornudes ni tosas encima de otras personas. Para estos casos, la mejor opción es utilizar un pañuelo de tela o papel.

Mientras estás en la mesa procura no hablar con la boca llena ni hacer ruidos al masticar los alimentos.
 Tampoco apoyes los codos en el comedor.

Respeta el carácter, las opiniones y las costumbres de otras personas y no hagas referencia a ellas de modo despectivo.

Escucha atentamente a otros cuando te hablan y no los interrumpas.

Piensa antes de hablar evitando hacer comentarios que puedan molestar a otras personas. Esto implica ser prudente y no divulgar los secretos que te cuentan ni hacer demasiadas preguntas sobre temas personales.

Procura que el vocabulario que uses al dirigirte a otros sea siempre respetuoso. Evita emplear malas palabras, sobre todo, cuando te sientas irritada.

Sonríe en cada oportunidad que tengas. Una sonrisa tiene una influencia positiva en ti y en los demás. También, contribuye a que tengas una mejor relación con ellos.

Evita hacer comparaciones de cualquier tipo ya que puedes herir los sentimientos de otros y afectar su autoestima. 

Recuerda que la clave para tener una mejor convivencia en tu vida diaria es tratar a los demás como quieres que te traten.

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Las Reglas de Cortesía.


Reglas de Cortesía.




Saludar.

Como bien sabemos, el saludo es, además de una forma de cortesía, una demostración de afecto y amabilidad.
Cuando una persona se encuentra en un lugar concurrido es correcto dar los buenos días o buenas tardes aunque no se conozcan a las personas presentes, en la calle en cambio solo se acostumbra saludar a los conocidos y el tipo de saludo va a depender del grado de amistad o relación personal o profesional y siempre debe ser respondido dicho saludo.

Puntualidad.


Esta es una de las normas más elementales de la cortesía, ya que como seres humanos somos desconsiderados al hacer esperar a otras personas.

Cuando esta falta ocurre se crea la sensación de robar el tiempo de los demás que bien pudo ser aprovechado de una manera mucho más productiva.

Con respecto a la puntualidad y su valor, también se debe evitar generar la sensación de que vamos con prisa, en caso de tener que marcharse, se debe comunicar sin nerviosismo y con sencillez.

 Saber escuchar.

Para lograr mantener una buena conversación, no solo debemos saber de qué hablar, sino que una de las cosas más importantes es escuchar con atención y evitar tomar parte de la conversación cuando realmente los pensamientos se encuentran muy lejos.
Se debe recordar que posiblemente eso que no escuchó durante sus pensamientos podía ser lo más importante de la conversación o un factor fundamental a la hora de que el interlocutor nos pida nuestra opinión o, en casos más personales, nuestro consejo.

Un mal conversador interrumpe y desvía la conversación con diversos temas y sus relaciones sociales se convertirán pronto en superficiales y vacías. Para evitar esto es necesario ser empático y tener una buena comunicación efectiva.


 Sencillez.


Una conducta sencilla y actitud confiada hacia los demás es uno de los elementos más esenciales para construir el trato con la sociedad; una persona sencilla se hace querer y respetar muy fácilmente ya que no existe algo que impida más las relaciones personales que una actitud arrogante y vacía de respeto.

Las personas arrogantes esperan recibir halagos y tratos especiales por parte de los demás, mientras las personas sencillas tratan a los demás como iguales sin esperar ser servidos o recibir consideraciones especiales.

 Higiene.

Aunque no muchos lo considerarían una regla, la higiene del hogar así como la personal es un factor importante dentro de las relaciones humanas y de la vida dentro de una sociedad. Es de mala educación presentarse en un evento, en una vivienda o en cualquier lugar con mal aspecto e incluso mal olor.


 Ostentación


Además de ser un gran riesgo a nuestra seguridad, exponer al mundo nuestros bienes materiales nos hace ver vanidosos y materialistas. Si existen cosas en la vida difíciles de ocultar son el dinero, el amor y la educación, por eso no será necesario expresarlo, la gente lo notará por sí sola.

La ostentación en una persona la coloca en un lugar indeseado y además peligroso, muchas veces pasará a ser víctima de la envidia o incluso podría ser considerada como una persona poco agradable.


 Discreción.

Es una cualidad que no tiene precio. Una persona que es indiscreta siempre supone un peligro para la convivencia y de hecho puede llegar a convertirse en un gran problema.

Si la discreción se cuida con los asuntos personales, mucho más debe hacerse con los asuntos ajenos, por ejemplo, es preferible silenciar asuntos ajenos o personales que hablarlos sin necesidad.

 Dominio de sí mismo.


Como seres humanos tenemos la necesidad de expresar nuestros sentimientos, pero en la vida hay momento para todo. A pesar de que nuestro temperamento influye en la forma que tenemos de exteriorizar nuestros sentimientos, se debe tener dominio de sí mismo para saber expresarlo de forma adecuada.

Concisión.

No existe mayor muestra de cortesía que el respeto ante el tiempo ajeno, es decir, una persona que trata de ser breve y concisa es lo opuesto a aquellas personas pesadas que hacen uso del tiempo ajeno con desconsideración. Lo correcto es tratar los asuntos con el tiempo mínimo y si después se quiere prolongar la entrevista que sea por placer.

 Prudencia.


En las relaciones sociales es fundamental el saber valorar y observar todos los factores para poder mantener una actitud comprensiva hacia las opiniones ajenas.

Evitar gestos o comentarios que resulten inoportunos o que puedan molestar a las personas por el simple hecho de no concordar en una opinión, es una muestra no solo de inmadurez, sino de carencia de respeto.

Cordialidad y amabilidad.


Estos son solo frutos de una buena educación. El saber encontrar las palabras adecuadas y los momentos oportunos son características de las personas amables. Esto se demuestra con palabras, con gestos y con acciones y una frase que bien lo describe es “tratar a las personas como quieres ser tratado.”


Por favor y gracias.


Dos palabras sumamente poderosas que tienen el don de abrirnos las puertas de cualquier lugar. Son dos palabras que todo ser humano debe aprender y utilizar en una sociedad de armonía, ya que nadie quiere que se le impongan las cosas y mucho menos tratar con personas malagradecidas; en definitiva son rasgos de personas corteses.

 Vulgaridad.


El lenguaje de una persona no solo denota su nivel de inteligencia, sino su grado de educación, de modo que las personas excéntricas que hacen uso de expresiones rebuscadas, cursis o vulgares rara vez son dignas de admiración.
Al igual que las groserías, usar palabras con doble sentido demuestra muy mal gusto cuando su segundo plano es un tema vulgar. Demuestra cortesía hablar francamente, usando un lenguaje adecuado para cada situación y siendo prudentes al hablar frente a cada tipo de oyente.

Serenidad.


Mantener buenos modos va más allá de lo que decimos, también se trata de demostrar que en algunos momentos es necesaria la serenidad, la lucidez y la estabilidad, lo que quiere decir que cuando una conversación tome un matiz de discusión o debate, una persona educada sabrá cambiar de tema o incluso responder de manera adecuada y serenamente para obtener una solución provechosa.

Comprensión.

Cuando se posee la capacidad de considerar y comprender a los demás, se deben pasar por alto de forma elegante las equivocaciones ajenas sin hacer de ellas algo trascendental.
También resulta importante que en caso de darnos cuenta que la persona que está manteniendo una conversación con nosotros no nos ha comprendido, evitar hacer uso de expresiones que de alguna manera puedan mortificar su amor propio. Es decir, aunque creamos que nos explicamos con claridad suficiente, es cortés usar frases como “no tuve la fortuna de explicarme bien” o “sin duda no he sabido hacerme entender” en lugar de hacer una exclamación que ponga en evidencia a quien nos acompaña.


 


 

 


 

 



Las Reglas de Etiqueta.


Reglas  De Etiqueta.

Cuando tienes invitados
·         Si el invitado visita tu casa por primera vez, primero muéstrale en dónde puede arreglarse; sólo después, invítalo a unirse al resto de los invitados.
·         Si tus invitados te han traído de regalo bebidas o alguna comida, es necesario ponerlo todo en la mesa para que los allí presentes puedan disfrutarlo.
Cuando tú eres el invitado
·         Si necesitas abandonar urgentemente la fiesta, bastará con llamar a los anfitriones y disculparte porque tienes que irte. No te despidas del resto de los invitados: interrumpirás el ambiente alegre y los demás podrán pensar que ya es hora de irse.
En el restaurante
·         Si falta aire no debes abanicarte el rostro con una servilleta. Basta con decir al camarero que sientes calor y que encienda el aire acondicionado.
·         En ningún caso expongas todo el contenido de tu bolsa de cosméticos en un lugar público.
·         Si necesitas peinarte el cabello o volver a recogértelo, ve al baño de mujeres.
·         Puedes retocarte los labios sin levantarte de la mesa; sin embargo, si necesitas aplicarte más máscara en las pestañas o polvos de maquillaje, hazlo en privado.
Normas de comunicación
·         Cuando hables por teléfono con una persona desconocida, no la trates de tú, incluso si te parece que te ha respondido un niño: la primera impresión suele engañarnos.
·         Trata de aplicar las normas de etiqueta también en casa. Por ejemplo, para llamar a alguien, es muy importante no gritar de una habitación a otra. Además de ser indecoroso esto es, da una mala impresión y, lo que es peor, se puede convertir en un mal hábito.
En la mesa
·         No llenes tu copa primero. Cuando vayas a hacerlo, ofrece servirle primero a tu vecino de mesa.
·         Es de mala educación elegir el mejor trozo de una bandeja. Sírvete aquella que esté más cerca de ti.
·         La cuchara para la sopa no se debe poner sobre la mesa, durante la comida ni después de ella. Deja la cuchara siempre en el plato, con el fin de no ensuciar el mantel.
·         La taza de té se debe tomar apretando el asa con los dedos. La del café puede sostenerse pasando el dedo por el asa.
Generales
·         Recuerda que, en el trabajo, no se debe poner el bolso sobre la mesa, ni el sombrero, ni el kit de maquillaje. Encuentra otro sitio para todo esto.
·         Si te sientas en un sillón bajo, no cruces las piernas colocando una encima de la otra. Es mejor presionar las rodillas juntas e inclinar las piernas hacia un lado. Puedes cruzar las piernas, colocando un pie directamente detrás del otro.
El guardarropa en un lugar público
·         Si en lugar al que llegaste no hay guardarropa, deberás colgar tu abrigo en un perchero puesto en el recinto para este efecto.
·         Puedes arreglarte un poco el peinado en el guardarropa, delante del espejo; sin embargo, no debes maquillarte ni peinarte, ni tampoco volver a atar la corbata. Para esto, ve al baño.
·         En algunos casos, es permitido que una mujer esté sentada con la gabardina puesta, pero esta regla no se aplica a los hombres.
·         Si hay un guardarropa, deposita allí todo lo voluminoso que lleves contigo: paraguas, bolsos grandes, maletines (si no contienen nada importante). Sin embargo, el bolso de mano de señora debe quedarse con su propietaria.
Reglas de etiqueta en el auto
·         Cuando la mujer se sube al auto, no debe "caminar" hacia dentro. Es suficiente con sentarse al borde del asiento, y luego mover las piernas al interior del vehículo. Al bajar de éste, deben colocarse primero los pies en el suelo y, después, salir del auto.
  • En el siglo XXI, la regla que establece que un hombre siempre debe recoger a una mujer ha perdido su importancia. Si tú eres una dama y tienes tu propio auto, puedes quedar de encontrarte con él en el evento.
  • Si te vas en tu propio vehículo, es suficiente con que el hombre te acompañe hasta el automóvil y se asegure de que estén todas las puertas cerradas y estés a salvo. Naturalmente, la mujer puede ofrecer al hombre llevarlo a su casa, si vive cerca.
  • En un auto, un hombre y una mujer sólo se sientan juntos en el asiento trasero si se conocen bien.
  • Si dices la frase “Yo te invito “significa que tú vas a pagar. Otra forma de decirlo sería” ¿Qué te parece si vamos a un restaurante?“ En ese caso cada uno paga por su cuenta y sólo si uno de los dos acepta propone por el otro, este podrá aceptar.
  • Nunca vayas de visita sin llamar antes. Si alguien llegó a tu casa de visita sin previo aviso puedes permitirte lucir la ropa que usas por lo general cuando estas allí solo. Una dama británica dijo una vez que si a su casa llegan visitas inesperadas ella agarra su sombrero y paraguas. Si la persona que vino es de su agrado ella le dirá “¡Ah que suerte que acabo de llegar y tú también!”, pero si la persona que apareció sin avisar no es precisamente a quien ella quiere ver le dirá” ¡qué lástima que deba irme!".
  • Nunca coloques tu teléfono inteligente en la mesa en lugares públicos. Si lo haces, estás mostrando la importancia que tiene ese aparato en tu vida y lo poco que te interesa lo que está ocurriendo a tu alrededor; además puede ser interpretado por tu interlocutor como si estuvieras esperando el momento preciso para revisar tu cuenta de Instagram (por ejemplo) o responder una llamada, para acabar una conversación que para ti no es importante. Eso habla muy mal de ti.
  • Nunca, nunca invites a alguien a una cita romántica para luego hablarle por medio de mensajes de texto. Nunca.
  • El hombre no debe llevar la bolsa de la mujer. Y el abrigo de la mujer solo debe ser manipulado por el hombre para llevarlo hasta el perchero o guardarropas.
  • Si vas a alguna parte con alguien y él o ella saludó a una persona que tú no conoces deberás saludarla también.
  • Muchos piensan que sólo se debe comer sushi con palitos chinos. Esto no siempre es así, incluso algunos piensan que los hombres pueden comerlos con las manos.
  • Para las mujeres, por el contrario, no es algo recomendable, porque podrían perder su misterio y delicadeza.
  • El calzado debe estar limpio siempre.
  • No tengas conversaciones vacías por teléfono. Por otro lado, si necesitas hablar de algo muy serio lo mejor es encontrarse frente a frente, o por Skype en un lugar privado.
  • Si te han ofendido no vale la pena responder con una palabrota o un mal gesto, mucho menos levantarle la voz a quien ofende, No te rebajes a su nivel. Sonríe y amablemente retírate de la presencia de esa persona.
  • Según la tradición, al andar por la calle el hombre siempre debe ir a la izquierda de la mujer, en un gesto de protección.
  • Los conductores deben recordar que mojar a los transeúntes haciendo pasar su automóvil por un charco es la peor de las faltas de respeto.
  • No es prudente hablar en público acerca de: la edad, la riqueza, los problemas domésticos, la religión, las relaciones amorosas, los regalos, el honor, el deshonor y los procedimientos médicos.
  • Al llegar a un cinema, un teatro, un concierto la manera correcta de pasar a los lugares asignados es dándole la cara a quienes están sentados. El hombre debe pasar primero
  • Nunca debes tocar a una mujer sin su consentimiento, ni agarrar su mano, o acercarte demasiado a ella durante una conversación. No es conveniente empujarla ni agarrar su brazo más allá del codo excepto las ocasiones en las que le ayudes a subir a un medio de transporte o a bajar de él, igualmente para pasar la calle.
  • Si alguien intenta dirigirse a ti con un llamado poco adecuado como "Oye tú" no vale la pena reaccionar a él. Tampoco vale la pena intentar educar a los demás, mucho menos durante un corto encuentro. Lo mejor es dar el ejemplo.
  • La regla de oro para usar perfumes y colonias es la moderación. Si cuando caiga la tarde aún sientes el olor de tu perfume debes saber que el resto habrán tenido que soportarlo, y seguramente no lo disfrutaron tanto como tú.
  • Un hombre educado nunca dejará de demostrarle a la mujer el debido respeto.
  • En presencia de mujeres el hombre sólo podrá fumar si ellas están de acuerdo.
  • Sin importar quién seas, al entrar a un recinto, saluda primero.
  • Permite que los mensajes personales sigan siéndolo: los padres no deben leer la correspondencia (electrónica o en papel) de sus hijos, ni el esposo de la esposa y así sucesivamente. Meter la mano al bolsillo del otro es una falta a la etiqueta y una intromisión en el espacio personal.
  • No intentes ir un paso más allá de la moda. Es mejor verse bien aunque no sea con el último grito de la moda, que a la moda pero sin estilo ni propiedad.
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